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INVALIDACIÓN EMOCIONAL

Invalidación Emocional

Invalidación Emocional

¿En serio te has enfadado por esa chorrada? ¡Venga ya, no es para tanto! Hay gente que lo ha pasado peor, y sigue adelante. ¡Has de ser más positiv@! Quizá estas frases te resulten familiares. Quitan o restan importancia a los sentimientos del otro mediante la crítica, ¿no crees? Normalmente se suelen hacer con intención de ayudar, de provocar en el otro un “clic” que le haga salir a flote dejando atrás la tristeza, pero inconscientemente, invalida lo que la otra persona siente.

INVALIDACIÓN EMOCIONAL

Otras, en cambio, pueden hacerse con la intención de manipular al otro condicionando su cariño y atención. También es cierto que la invalidación puede surgir cuando alguien no está preparado para escuchar al otro, al pasar un bache en su vida no se ve capaz de validar emocionalmente a otro (Delgado, 2021).

Según Arrimada (2021) la invalidación emocional, son aquellas experiencias vividas en las que se ha sufrido la negación de los propios sentimientos por parte de otras personas, o la evitación y rechazo de los mismos. De hecho un estudio realizado por la Universidad de Harward reveló que los estudiantes que habían sido invalidados emocionalmente tras expresar sus emociones frente a una situación, experimentaban una reactividad fisiológica mayor y su malestar augmentaba (Delgado, 2021).

Algunas de las formas más comunes son:

    • El quitarle importancia a algo que preocupa al otro. Frases como: “te ahogas en un vaso de agua” “todo te preocupa, se te pasará pronto” son ejemplos que seguramente hemos recibido o dicho a otras personas, seguramente con buenas intenciones o por que nuestro humor en aquel momento no era el adecuado para validar la emoción del otro. Es importante respetar la realidad de la otra persona, sin juzgar el por que para ella es importante, puesto que para nosotros no es algo tan relevante. Es conveniente mostrar apoyo cuando se nos cuente algo, haciendo que se sienta escuchada y comprendida pese a que nuestra opinión sea distinta. Intentemos no culpabilizar el sentimiento del otro con frases como: “eres demasiado sensible”, “Le das demasiada importancia”.
    • Represión emocional, sucede cuando nosotros mismos nos invalidamos emocionalmente intentando ocultar la emoción que experimentamos en ese momento. Este hecho puede desembocar en una mala gestión de las emociones, acabando por “explotar” de forma perjudicial para uno mismo y los demás. Esta represión puede llegar a causar estrés y ansiedad, por eso es conveniente expresar de forma correcta aquello que sentimos, en el momento en el que lo experimentamos.
    • Lo nuestro es más grave que lo que le ocurre al otro. Esto ocurre en frases como: “eso no es nada, si yo te contara…” “¿Eso? ¡Si te cuento por lo que yo pasé!” Se resta importancia a la vivencia y emoción del otro.
    • Indiferencia frente a la emoción expresada por el otro. No prestar atención a aquello que se nos está verbalizando también es una forma de invalidar emocionalmente al otro.

En la sociedad actual, se ha normalizado el invalidar emocionalmente a otro, o bien el reprimirse. Lo que se espera de la gente es que sea funcional, que pase página pronto e intente resolver los problemas rápidamente; el expresar una emoción se observa contrario a ser objetivo o a la “razón”, por ese motivo muchas personas no son capaces de gestionar sus emociones y mucho menos validarlas (Delgado, 2021).
Esta invalidación emocional puede causar desconfianza y confusión frente a las emociones experimentadas dificultando un manejo asertivo de las mismas, pudiendo descontrolar la expresión de las mismas, volviéndose lábil emocionalmente.

No debemos olvidar que las emociones tienen una función y que por tanto no deben ignorarse. Por ejemplo, el miedo nos ayuda a alejarnos de situaciones peligrosas, así como el asco impide que comamos alimentos en mal estado. ¡Las emociones nos cuidan! Por tanto hemos de tener en cuenta que los sentimientos no son correctos o incorrectos, simplemente existen emociones agradables y desagradables que se han formado a raíz de nuestros pensamientos y percepciones, haciendo que dos personas tengan una interpretación distinta de la realidad, sintiendo de forma diferente frente a la misma. (Orientate, s.f.).

Para poder evitar caer en la invalidación emocional de la otra persona, es necesario estar dispuesto a no juzgar aquello que siente, escuchando atentamente aquello que nos está explicando. A veces no es necesario “dar un consejo” sino un gesto o preguntar qué es realmente lo que necesita. A su vez, aprender a escucharnos a nosotros mismos, analizando si reprimimos nuestras emociones y aprender a no hacerlo, esto ayudaría a no invalidar nuestros sentimientos y los de los demás.

“En lugar de resistir cualquier emoción, la mejor manera de disiparla es ingresarla por completo, abrazarla y ver a través de su resistencia” – Deepak Chopra.
“Emociones no expresadas salen a la luz en forma de enfermedad” – Sigmund Freud.

Referencias:

  1. Arrimada, M. (2021) Psicología y Mente. Invalidación Emocional. Recuperado de: https://psicologiaymente.com/social/invalidacion-emocional
  2. Delgado, J. (2021) Rincon Psicologia. Invalidación emocional cuando los demás minimizan o ignoran nuestros sentimientos. Recuperado de: https://rinconpsicologia.com/invalidacion-emocional-que-es/
  3. Orientate (s.f.) Orientate com María. Invalidación emocional una forma de abuso emocional. Recuperado de: https://orientateconmaria.com/invalidacion-emocional-una-forma-de-abuso-emocional/

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